jueves, 11 de marzo de 2010

UN ALTRE ARTICLE SOBRE ELS BOUS -MANUEL SANCHIS GUARNER-

Des d'APM, ens pareix interessant donar a conéixer aquest article.


EL PAIS DIGITAL 11 de marzo

++En la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales, celebrada en México en 1982, se acordó que "la cultura... puede considerarse... como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias". Me gusta. Es una definición amplia, en la que cabe casi todo y que impide, entre otras cosas, que utilicemos la cultura como arma arrojadiza, los unos contra los otros. Se acabó aquello de que "...cuando oigo la palabra cultura, echo mano a la pistola..."

En ese contexto, es innegable que las corridas de toros forman parte de la tradición, y por tanto, de la cultura española, y los bous al carrer, de la cultura valenciana. Hasta ahí de acuerdo. Pero cuando los defensores de esas sanguinarias fiestas comienzan a mezclar la tradición y las artes para justificarlas, las cosas se complican. Una de las razones que la señora Esperanza Aguirre en Madrid y el señor Serafín Castellano en Valencia aducen para declarar las fiestas de toros como Bien de Interés Cultural (BIC) es el hecho de que han inspirado a grandes maestros de la pintura, como Goya o Picasso. Es verdad que ambos han pintado cuadros sobre temas taurinos. Pero si seguimos el razonamiento y no decimos verdades a medias, tendremos que declarar Bien de Interés Cultural a los fusilamientos en masa (Los fusilamientos de la Moncloa, de Goya) o a los bombardeos de ciudades indefensas (el Guernica, de Picasso).

El problema no consiste en saber si las fiestas de toros forman parte o no de nuestra cultura. Sí, forman parte de ella. El problema consiste en decidir qué tipo de cultura queremos. El hecho de que en Estados Unidos exista la cultura de llevar armas de fuego y de la pena de muerte, no implica que aquí esas atrocidades formen parte de nuestra identidad cultural. Aunque no estoy del todo seguro, confío en que a nadie se le ocurrirá sugerir que incluyamos todo eso en el tipo de cultura que queremos. ¿O quizá sí?

Puestos a hablar del tipo de cultura que deseamos, hace unos meses, el Consell Valencià de Cultura (CVC) aprobó un informe en el que, con la timidez que nos caracteriza, se solicitaba sólo la prohibición de una de las prácticas más bárbaras de nuestra cultura del toro: el bou embolat. Nuestro conseller de Interior, el señor Serafín Castellano, a quien iba dirigido el informe, no lo dudó ni un instante. Aun antes de conocer oficialmente su contenido, afirmó ante la prensa, en la misma sede del CVC, que le daba igual, que seguiría autorizándolos. Más chulapo incluso que la señora Aguirre. Después lo ha ratificado en declaraciones oficiales: "Mientras gobierne el PP, habrá toros en Valencia". Sólo le ha faltado decir: "Y, al que no le guste, que se vaya". ¿Qué les recuerda este tono?

Ese informe del CVC, cuya utilidad hemos podido comprobar, llevaba un voto particular, mío, al que se adhirió una querida colega. En él defendía que la fiesta de los toros debería tener un trato similar al que tienen otros espectáculos poco edificantes. Creo que no se debe prohibir, pero sí es necesario regularla, para, por lo menos, apartarla de la vista de los niños. Si las corridas de toros se celebran en recintos cerrados y no trascienden (no se televisan), sólo afectan a los que voluntariamente quieren serlo, y además, pagan por ello. Mientras no se autorice la entrada de menores, nada que objetar. Si hay adultos que disfrutan con la tortura y muerte pública de animales, allá ellos.

Pero los bous al carrer, en cualquiera de sus variedades, son otra cosa. La calle, mal que les pese, no pertenece al señor Fraga, ni al señor Castellano, ni siquiera al Ayuntamiento del pueblo. Pertenece a los ciudadanos, que la pagan con sus impuestos. Y los bous al carrer ocupan la calle y llevan la crueldad a la misma puerta de su casa, sin posibilidad de escapatoria, a los niños y a las gentes que se oponen al bochornoso espectáculo de ver pinchar al toro con grandes clavos, ensartados en largas cañas. Ya sé que me dirán que el nuevo reglamento impide tales barbaridades, pero está por ver el grado de cumplimiento que tendrá. Veo difícil que los policías municipales se enfrenten a sus convecinos por nimiedades como estas.

Lo curioso es que todo esto tiene una fácil solución. Hágase, en cada pueblo, un referéndum entre los vecinos censados para ver si quieren o no tener el espectáculo de los toros frente a su casa. La opinión de los vecinos que pagan las calles debe prevalecer sobre cualquier otra. Hasta ahora, donde se ha hecho una consulta, ha ganado el no. Claro que, para hacer referendos y cumplir su veredicto, aunque no tenga fuerza legal, hay que creer firmemente en la democracia.

Manuel Sanchis-Guarner Cabanilles es miembro del Consell Valencià de Cultura

100 CASES DE MANISES ES PODRAN MILLORAR ACUSTICAMENT.

LEVANTE EMV.

Una de las primeras medidas antirruido pactadas entre Aena y los siete municipios afectados por la huella acústica comienza a aplicarse hoy. Para conseguir esta disminución del ruido, los aviones realizarán los virajes a mayor altitud y sobre zonas menos pobladas. Esta medida se ensayó en septiembre y dio buenos resultados.


Explicado de manera sencilla, cuando los aviones despeguen a partir de hoy y alcancen la altura mínima de seguridad (a partir de los 1.000 pies, casi 305 metros) ejecutarán "más tarde" el viraje para dirigirse hacia su destino. Hasta ahora, "esta maniobra la realizaban sobrevolando l'Eliana". A partir de ahora, "al virar más tarde no sobrevolarán la población" y, según Aena, se reducirá la afección a l'Eliana y a San Antonio de Benagéber. Estas maniobras serán "vigiladas" por dos sistemas creados ex profeso: el sistema de monitorización de ruido que funciona desde hace semanas en la web de Aena y que permite seguir las trayectorias de las aeronaves y el nivel de ruido que producen. Desde mediados de febrero también se han instalado los sonómetros del Sirval, el sistema de control de las trayectorias y de las aeronaves y el nivel de ruido que producen. Se ha colocado una terminal de control en cada municipio afectado y dos más dentro del recinto aeroportuario. Los datos que se obtengan se entregarán a partir de un mes a los siete ayuntamientos afectados: Aldaia, Manises, Mislata, Quart de Poblet, Riba-roja de Turia, Valencia y Xirivella. Además, cuando se apruebe el decreto de la ley de navegación aérea, las viviendas afectadas por el ruido (100 casas sufren entre 65 y 70 decibelios de ruido de medio, otras 3.700 entre 55 y 60 dB y 44.900 de 55 a 60 dB, según Aena) podrán acogerse a ayudas para proteger acústicamente sus viviendas, según una enmienda del PP.

censura» de la exposición y gritaron «Rus dimisión». Manuel Molines

CONCENTRACIÓ EN LA DIPUTACIÓ

 LEVANTE EMV
El ex director del (MuVIM), Román de la Calle, instó ayer a la sociedad civil a «despertar», porque «está dormida», y advirtió que si no lo hace «mereceremos lo que pase». De la Calle se dirigió así al medio millar de personas que se concentraron ante la Diputación de Valencia —la titular del museo— para protestar por la «L. B. B. VALENCIA

miércoles, 10 de marzo de 2010

CONVOCATORIA ASAMBLEA INFORMATIVA PLATAFORMA METRO

CONVOCATORIA ASAMBLEA INFORMATIVA


VECINOS/AS:

SE HAN REALIZADO DIFERENTES ACCIONES DESDE LA PLATAFORMA PARA EVITAR QUE NOS DEJEN SIN PARADA EN EL BARRIO. PARA INFORMAR DE COMO ESTÁ LA SITUACIÓN, OS CONVOCAMOS A LA ASAMBLEA QUE TENDRÁ LUGAR:

JUEVES 11 de Marzo a las l9,30horas

LUGAR EDIFICIO LES SIMETES



(junto capilla Bº San Francisco)





APM . fotos manifestacio revindicant la parada de metro en el poliesportiu  de Manises .


APM en el grup municipal PSOE - APM sempre a defensant la postura de la plataforma en tots els foros y a participat de forma activa en totes les activitats.
Lectura del maifet del acte.

lunes, 8 de marzo de 2010

TORNA LA SENSURA PERIODISTICA

LEVANTE-EMV.COM/EP


El hasta ahora director del Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM), Román de la Calle, ha presentado su dimisión en una carta dirigida al responsable de Cultura de la Diputación de Valencia donde muestra su disconformidad con la censura, la falta de libertad y las órdenes de expurgar fotografías de la exposición "Fragments d'un any".




En la misiva, De la Calle reconoce que, como director, él era "el responsable de las exposiciones programadas en el museo", propiedad de la Diputación de Valencia, aunque agrega que prefiere ejercitar "la aplicación de la ética siempre con las debidas formas, nunca a golpes de canon o de normativas ciegas".



La dimisión de Román de la Calle como director del MuVIM se ha producido después de que el pasado viernes, unas horas después de su inauguración, responsables políticos de la Diputación de Valencia decidieran censurar diez fotografías -todas de temática política y la mayoría relacionada con el caso "Gürtel"- de las 91 de la exposición "Fragments d'un any 2009", organizada por La Unió de Periodistes Valencians.



Al exponer su decisión, De la Calle agradece al diputado de Cultura, Salvador Enguix, que asumiera "en exclusiva la responsabilidad de la retirada, ya histórica, de las fotos. Tú recibiste la orden y tú la transmitiste, bajo una presión ingente".



"Por eso -añade el ex director del MuVIM-, hablar de pacto censor entre nosotros, como se ha intentado hacer institucionalmente por parte de la propia Diputación, para instrumentalizarme, no tiene sentido alguno y me ha ofendido en los más profundo".



Tras hablar de censura y represalias, Román de la Calle reconoce que su suerte "estaba echada" desde el mismo jueves cuando escuchó, mientras "enmudecía" el propio Enguix, "las intervenciones en cadena del diputado Máximo Caturla", que era la primera vez que acudía a la inauguración de una exposición del MuVIM.



Agrega que, media hora después de la inauguración, Enguix le llamó para indicarle que la muestra "debía revisarse y expurgarse", así como que habían de "retirarse ciertas fotos".



Tras la polémica suscitada, presenta su dimisión "por coherencia con esa misma responsabilidad pero, sobre todo, por no querer ser partícipe de ninguna mengua de libertad de expresión. Al MuVIM le falta hoy una parte relevante de su programación actual. 'Fragmentos de un año, 2009' ha debido emigrar, a la fuerza, de este espacio de convivencia y de diálogo, de respeto y de apertura".



Al recordar las horas siguientes a la inauguración de la exposición y la reunión que mantuvo a continuación con el personal del museo, De la Calle asegura que "había que estar ciegos, debían carecer de prudencia y estar sobrados de fuerza ciega para querer apagar una colilla, que se había encendido sin prácticamente consecuencias aún, con un torpedo de grueso calibre".



"La cultura de la razón y de la libertad, que hemos pretendido hacer escuchar a nuestros conciudadanos cuando visitan el MuVIM, no pueden quedarse sólo dentro de nuestras paredes museísticas. También deben proyectarse fuera, hacerse historia real y vivida", ha resaltado.



Afirma también que pretender "separar el arte y la cultura de la política, como si fueran compartimentos estancos en la existencia humana, nunca es viable, ya que somos, ante todo, personas. Otra cosa es querer politizar la cultura o desear despolitizarla, como ha sucedido en esta ocasión".



Tras recordar que "ni siquiera llegó a establecerse un diálogo" con los autores tras la inauguración, afirma que la decisión derivó "en una acción de fuerza verbal, tomada en las esferas superiores de la Diputación".



"La Unió de Periodistes Valencians -afirma el ex director- no iba a permitir esa purgación parcial que se exigía unilateralmente a la muestra. Ahora, ya disponen de otro tema bien candente para ser aprovechado y propuesto en imágenes para 'Fragmentos de un año, 2010'".

LES DEU FOTOS SENSURADES :

                                             foto : Carles Francesc / El Pais











foto : Miguel Lorenzo /Periodico de Cataluñya
        foto : Santiago Carreiro / El Pais 
foto: Miguiel Angel Montesinos / Levante

foto :Jose Cuellar / El Mundo
foto : Carles Francesc / El Pais


foto: Miguel Lorenzo /Periodico de Cataluñya

TEMA DE ACTUALITAT ( UNA DE BOUS )

FRANCISCO GONZÁLEZ LEDESMA El futuro de la lidia


La memoria del llanto

FRANCISCO GONZÁLEZ LEDESMA 05/03/2010

Perdonen si empiezo con una confidencia personal: yo, que soy contrario a los toros, entiendo de toros. Durante años, cuando me recogieron en Zaragoza durante la posguerra, traté casi diariamente con don Celestino Martín, que era el empresario de la plaza.  Eso me permitió conocer a los grandes de la época: Jaime Noain, El Estudiante, Rafaelillo, Nicanor Villalta. Me permitió conocer también, a mi pesar, el mundo del toro: las palizas con sacos de arena al animal prisionero para quebrantarlo, los largos ayunos sustituidos poco antes de la fiesta por una comida excesiva para que el toro se sintiera cansado, la técnica de hacerle dar con la capa varias vueltas al ruedo para agotarlo... Si algún lector va a la plaza, le ruego observe el agotamiento del animal y cómo respira. Y eso antes de empezar.

Vi las puyas, las tuve en la mano, las sentí. El que pague por ver cómo a un ser vivo y noble le clavan eso debería pedir perdón a su conciencia y pedir perdón a Dios. ¿Quién es capaz de decir que eso no destroza? ¿Quién es capaz de decir que eso no causa dolor? Pero, claro, el torero, es decir, el artista necesita protegerse. La pica le rompe al toro los músculos del cuello, y a partir de entonces el animal no puede girar la cabeza y sólo logra embestir de frente. Así el famoso sabe por dónde van a pasar los cuernos y arrimarse después como un héroe, manchándose con la sangre del lomo del animal a mayor gloria de su valentía y su arte.

Me di cuenta, en mi ingenuidad de muchacho (los ingenuos ven la verdad), de que el toro era el único inocente que había en la plaza, que sólo buscaba una salida al ruedo del suplicio, tanto que a veces, en su desesperación, se lanzaba al tendido. Lo vi sufrir estocadas y estocadas, porque casi nunca se le mata a la primera, y ha quedado en mi memoria un pobre toro gimiendo en el centro de la plaza, con el estoque a medio clavar, pidiendo una piedad inútil. ¡El animal estaba pidiendo piedad...! Eso ha quedado en la memoria secreta que todos tenemos, mi memoria del llanto.

Y en esa memoria del llanto está el horror de las banderillas negras. A un pobre animal manso le clavaron esas varas con explosivos que le hacían saltar a pedazos la carne. Y la gente pagaba por verlo.

El que acude a la plaza debería hacer uso de ese sentido de la igualdad que todos tenemos y darse cuenta de que va a ver un juego de muerte y tortura con un solo perdedor: el animal. El peligro del toreo, además de inmoral como espectáculo, es efectista, y si no lo fuera, si encima pagáramos para ver morir a un hombre, faltarían manos y leyes para prohibir la fiesta.

Gente docta me dice: te equivocas. Esto es una tradición. Cierto. Pero gente docta me recuerda: teníamos la tradición de quemar vivos a los herejes en la plaza pública, la de ejecutar a garrote ante toda una ciudad, la de la esclavitud, la de la educación a palos. Todas esas tradiciones las hemos ido eliminando a base de leyes, cultura y valores humanos. ¿No habrá una ley para prohibir esa última tortura, por la cual además pagamos?

Perdonen a este viejo periodista que aún sabe mirar a los ojos de un animal y no ha perdido la memoria del llanto.